domingo, 6 de junio de 2010

Ska


El ska es un género musical originado a finales de los 50 y popularizado durante la primera mitad de los 60 que deriva principalmente de la fusión de la música negra americana de la época con ritmos populares propiamente jamaicanos, siendo el precursor directo del rocksteady y más tarde del reggae.[1] Al ser un género particularmente apto para fusiones ha sido incorporado, a través de distintas variantes, a los más diversos lenguajes musicales. Desde un principio, las versiones ska de populares composiciones para cine y televisión ("The James Bond Theme", "Exodus", "A Shot in the Dark", "The Untouchables", etc.) perfiló su particular identidad, entre callejera, nostálgica y "misteriosa", característica que conservaría a través de las épocas. Estuvo fuertemente asociado a los Rude Boy y a la independencia de Jamaica del Reino Unido, aunque se hizo popular en todo el mundo desde muy poco tiempo después de su nacimiento.

El ska nace en Kingston, la capital de Jamaica, a principios de los 60, en un momento en que la población empieza a afluir del medio rural al urbano. En las ciudades los habitantes se congregaban en plazas donde las sound systems pinchaban las últimas novedades estadounidenses de jazz, soul y, sobre todo, rhythm & blues. En un principio se trataba de furgonetas con un ruidoso y primitivo equipo de sonido. Las dos principales fueron Trojan de Duke Reid y Sir Coxsone Downbeat, de Clement «Coxsone» Dodd, a los que más tarde se les uniría Cecil Bustamante, conocido como Prince Buster. Las sound systems no tenían otro remedio que pinchar música de Estados Unidos, puesto que la industria musical jamaiquina era inexistente. Salvando algunas cintas de mento de Stanley Motta, hasta 1954 no aparece el primer sello musical, Federal, que, además, está orientado hacia la música estadounidense. Sus propietarios se desplazaban a Miami o Nueva Orleans en busca de material nuevo con el que satisfacer la gran demanda musical que había en la isla. Para gozar de exclusividad sobre las grabaciones y mantener la exclusividad sobre la clientela, se recurría a trucos como quitar la etiqueta de los discos para que no fueran identificables, o enviar matones (Dance Crashers) a los sound system de la competencia para boicotearlos.

En el Ska ya está plenamente asentado como la música por excelencia de Jamaica, y suenan temas ad hoc con motivo de la independencia de la isla del Reino Unido, como Sound of Freedom de Skatalites o Forward March de Derrick Morgan. En 1964, aprovechando la Feria Mundial de Nueva York se presenta este estilo en sociedad ante el mundo, siendo los elegidos para ello Byron Lee & The Dragonaires, con la ayuda de Prince Buster y Peter Tosh. En ese mismo año, alcanzaba el número 1 en las listas británicas y el 2 norteamericanas de popularidad una versión del éxito de 1957 de Barbie Gaye, My Boy Lollipop, interpretada por Millie Small, con Ernest Ranglin encargado de los arreglos de guitarra, y Rod Stewart, conocido entonces como Rod the Mod, tocando la armónica.

Durante el resto de la década de 1960, se implanta en Europa rápidamente, gracias a la popularidad de la que gozó en el Reino Unido, país al que se trasladaron un gran número de estrellas jamaicanas como Laurel Aitken, Derrick Morgan o Alton Ellis para proseguir allí sus carreras, pues este estilo contaba con una gran aceptación entre la numerosa colonia antillana que había inmigrado a la metrópolis, donde abundaban los Rude Boys, y entre la juventud británica, principalmente entre los mods. Después, en la segunda mitad de la década, a medida que el soul americano se hace más pausado y suave, el ska evoluciona paralelamente en rocksteady.

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